lunes, septiembre 21

La Campana Mayor de Tlalpan (Leyenda)


Quienes han visitado el centro de Tlalpan o viven cerca de él, con seguridad habrán escuchado en alguna ocasión el resonar de las campanas, especialmente el de la campana mayor de la Iglesia de San Agustín de las Cuevas; esta campana tiene una historia singular pues resulta que no es la que debería estar en este sitio ¿o sí?, esta pregunta surge porque por hay quienes cuentan la siguiente Leyenda.

En tiempos pasados, los principales pobladores de Tlalpan deseaban tener una campana cuyo repique se escuchara hasta el centro de la ciudad y contara con un sonido tan majestuoso que la convirtiera en única, distinguiéndola del resto; según algunos datos encontrados en la publicación de Notitlalpan y otros escritos antiguos que se localizan en el archivo de la iglesia de referencia, los vecinos aportaron sus joyas, aretes, anillos y otros objetos de metal precioso que fueron arrojados al crisol encendido, para fundirlos en el amplio tepancal o terreno baldío que actualmente ocupa el Hospital G.A González.

Cuentan los ecos de la historia, que una vez terminada la campana y lista para colocarse, la archidiócesis negó el permiso queriendo para sí el deleite del sonido excelso que producía esa campana; haciendo valer su autoridad, el obispo se las solicito para la Catedral Metropolitana como pago de la mitra (cúmulo de rentas de una diócesis) correspondiente, cosa que los pobladores no les quedo otra que aceptar, aunque no lo hicieron de muy buena gana.

Molestos al verse obligados por las circunstancias a renunciar al producto de su esfuerzo decidieron que antes de entregarla la lavarían con Nejayote (agua de nixtamal), de esta forma la campana quedara encantada y no sería posible colocarla en otro campanario como era lo deseado por las autoridades eclesiásticas en aquellos tiempos.

Algunos lugareños afirman que en la actualidad, aquella campana mayor que se hiciera para la iglesia de Tlalpan está enterrada frente al campanario oeste de la Catedral de México por que después de haber hecho 3 intentos por dejarla bien sujeta, cayó y en el ultimo intento fue tan grande la caída que enterrada quedo y nunca la pudieron sacar.

Otra versión cuenta que alguien logro desencantarla y ponerla en su lugar, quizás algún sabio de aquellos tiempos que nunca dio su identidad, pero se dice que fue tal el gozo de la campana por volver a su lugar que sola resonó justo en el momento de ser puesta en el campanario; se le dio el nombre de ‘’Santa María ‘’ y aun se encuentra ahí, deleitando a quien la escucha.

Fuente: 4MOH


Diana Reyes

Jubilada En Acción!


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